La higiene dental es, en muchos casos, una asignatura pendiente. El resultado es que con la edad aparecen patologías orales que pueden tener consecuencias muy serias en nuestra salud. Un ejemplo, presente en una amplia mayoría de personas adultas es la periodontitis, una enfermedad de las encías que provoca movilidad y pérdida dental. Además, se la considera factor de riesgo en enfermedades cardiovasculares, diabetes e incluso está relacionada, según estudios recientes, con el alzhéimer.
Tu sonrisa y tu salud en general dependen de hábitos sencillos de cuidado dental, como cepillarse los dientes, usar hilo dental y visitar con regularidad a tu especialista. Nunca es tarde para interiorizar una adecuada rutina de higiene bucal. No es complicado, basta con seguir unas pautas básicas.
Cepillado
El cepillado de los dientes después de cada comida debe ser parte de la rutina diaria de todas las personas, niños y mayores. Se debe cepillar con buena técnica y sin prisas, durante unos dos minutos, abarcando toda la superficie dental (exterior, interior y área de masticación) bajando desde la encía y realizando movimientos circulares.
Con esto eliminamos las partículas de los alimentos y combatimos el deterioro de la dentadura, además de mantener unas encías sanas. Para un buen cepillado, debemos contar con un cepillo adecuado, mantenerlo siempre limpio, cambiarlo regularmente y que no entre en contacto con otros cepillos ni objetos. El dentífrico es otro imprescindible que acompañará al cepillo para la correcta limpieza de la dentadura y las encías.
Uso de hilo dental
El cepillado no siempre es capaz de eliminar todos los residuos y bacterias que se acumulan en la boca, especialmente entre las piezas dentales. Por ello, en cualquier rutina de higiene dental en adultos se debe incluir el hilo dental o, en su defecto, un cepillo interdental. Conviene emplearlos una vez al día.
Es importante enjuagarse con agua o con un colutorio. En este caso, es recomendable seguir las indicaciones de un especialista para saber qué enjuague es el más adecuado y durante cuánto tiempo hay que usarlo.
Muy importante: el hilo dental y el enjuague son complementos del cepillado, pero nunca lo deben sustituir.
Otras recomendaciones
Existen alimentos que pueden dañar el esmalte dental si se consumen con demasiada frecuencia. Es el caso de bebidas carbonatadas, dulces, comidas ácidas, café o té, entre otros. Moderando su consumo también se protege a los dientes.
Además, hay que evitar morder objetos o alimentos duros que puedan provocar fracturas dentales, olvidarse del tabaco y mantenerse perfectamente hidratado. Este último aspecto es esencial, ya que facilita la producción de saliva, un protector natural de los dientes.
Visita periódica al dentista
Para prevenir cualquier problema de salud bucal, programa limpiezas y exámenes dentales regulares que incluyan radiografías. Mientras tanto, contacta con los especialistas de Nonium si notas algún signo o síntoma como:
• Encías enrojecidas, sensibles o hinchadas
• Encías que sangran al cepillarse los dientes o usar hilo dental
• Encías que comienzan a separarse de los dientes.
• Dientes permanentes flojos
• Sensibilidad inusual al frío y al calor
• Mal aliento persistente o un sabor inusual en la boca
• Masticación dolorosa
Recuerda, la detección temprana y el tratamiento de los problemas de encías, dientes y boca pueden ayudar a garantizar una buena salud de por vida.
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